La Suprema Corte de Justicia de la Nación de México abrió las puertas a la legalización de la marihuana con fines recreativos y sin ánimo de lucro.
La histórica decisión supone un paso de gigante para un país que durante años ha combatido a sangre y fuego el narcotráfico, destaca El País. Como ya ocurriera con el matrimonio gay, fueron los jueces los que tomaron la iniciativa frente a una opinión pública mayoritariamente en contra y unos partidos indecisos. En este caso, los magistrados primaron la libertad personal sobre los daños a la salud. Y aunque el fallo circunscribe la autorización para el consumo, cultivo y posesión a los que formularon el planteo, una especie de club de fumadores, en la práctica pone en marcha el mecanismo para una legalización general. Un giro copernicano en el que han sido determinantes los avances registrados en Estados Unidos, pero también una estrategia jurídica diseñada para este fin.
El fallo de la Sala Primera de la Suprema Corte es fruto de un recurso presentado por la Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante, una organización no gubernamental fundada en 2013 con el objetivo de forzar el debate por la vía jurídica.
El primer paso fue pedir autorización a la Secretaría de Salud. Dado que el consumo está técnicamente despenalizado en México, este colectivo centró su solicitud en las actividades correlacionadas: desde el sembrado hasta la preparación, el transporte y la posesión. Todo ello con fines lúdicos y sin ningún ánimo de lucro. La propuesta fue rechazada por la Administración, alegando que vulneraba la legislación sanitaria. Fue entonces cuando la pelota pasó al campo judicial y los litigantes encadenaron recursos de amparo hasta llegar a la Suprema Corte.